“Nuestros miedos no detienen a la muerte, sino a la vida”. (Elisabeth Kübler Ross)
La muerte y el proceso de morir es una experiencia que, a pesar de ser algo natural, suele causarnos cierto miedo y malestar.
Para muchas personas, el miedo a la muerte limita su vida cotidiana. Cada día, la posibilidad de dejar de existir propia y ajena se convierte en una importante fuente de estrés. Se sufre un miedo intenso al anticipar el momento de la propia muerte o la de otra persona cercana; al posible sufrimiento o dolor al morir y a lo que ocurriría después de la muerte ante la idea de desaparecer, de no sentir nada o de estar en una tumba. Igualmente, se tiene miedo al proceso que precede a la muerte y a los signos de la edad asociados al deterioro del cuerpo: la aparición de canas, arrugas, manchas en la piel, etc., y un gran temor ante la posibilidad de enfermar.
El resultado es un sufrimiento continuo, evitando las situaciones y conversaciones relacionadas con la muerte o soportándolas a costa de un intenso malestar y ansiedad.
La fobia a la muerte o tanatofobia, es un temor persistente que es excesivo e irracional. Las personas que sufren esta fobia, sienten un fuerte rechazo y disgusto hacia la muerte; todos sus esfuerzos se centran en intentar esquivarla y negarla, lo que hace que sea cada vez más complicado que lleguen a aceptarla para poder vivir en paz.
Casi todo el mundo ha experimentado alguna vez un cierto temor a la muerte; por lo general solemos evitar hablar sobre ella y a cuidar mucho las palabras para no herir a los demás en momentos delicados.
Hablar de la muerte como algo natural en casa con nuestra familia y amigos, es una práctica sana que ayuda a aceptarla como parte de la vida. Todo tiene un principio y un fin, cuanto antes aceptemos esa realidad, más fácil nos resultará disfrutar de la vida.
Si tu temor es el miedo a morir, el tratamiento psicológico puede ser de gran ayuda para eliminar tu sufrimiento.
Piensa en la primera vez en tu vida que sentiste miedo a la muerte, ya sea porque murió algún familiar, una mascota o simplemente por algún suceso que te contaron o que viste en la TV.
Posiblemente, fue algo que te preocupó durante un tiempo pero que luego se disipó sin que quisieras preguntar o hablar del tema con nadie. Después de algunos años, quizá debido a un suceso cercano relacionado con la muerte, has vuelto a tener sensaciones, o vienen a tu mente pensamientos perturbadores e imágenes que te atormentan y que no puedes quitarte de la cabeza.
En Alentia trabajamos con técnicas de reconocida eficacia para el tratamiento psicológico del miedo a la muerte.
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